Es sobradamente conocida la recomendación de que hay que beber un mínimo de litro y medio de agua al día para hidratarnos y eliminar toxinas. También es sabido que en las dietas de adelgazamiento la bebida más recomendada es el agua, ya que no tiene calorías. Se asocia igualmente beber mucha agua para combatir la celuliltis, ya que a su formación contribuye la acumulación de toxinas. Pero, ¿qué hay de verdad en todo ello y cómo se relaciona con la lógica?

Agua en una botalla de vidrio Estudios médicos sí han revelado que beber medio litro de agua 30 minutos antes de comer facilita la pérdida de peso. Pero hay que matizar una serie de puntos para que esta medida sea efectiva.

En primer lugar, esta medida será mucho más efectiva si de base se está llevando una dieta baja en calorías.

Y la medida funciona, porque en el estudio compararon la pérdida de peso con personas que llevaban la misma dieta baja en calorías pero no bebía medio litro de agua antes de cada comida. En estas personas la pérdida de peso fue menor que en aquellas que bebían 500 ml de agua media hora antes de cada comida principal.

¿Las causas reales de que beber agua funcione en este sentido? Muy obvias:  al beber agua el abdomen permanece distendido durante un buen rato, y tiene un efecto saciante.  Esto supone que al comer nos conformamos con menos cantidad, porque ya nos sentimos llenos. Pero para que esta medida funcione es imprescindible no beber menos de 500 ml de agua todas las veces. Y  por supuesto no padecer deshidratación de base.

Beber agua siguiendo una lógica

Otro detalle imprescindible para que beber agua ayude a perder peso es que el agua reemplace por completo a bebidas con azúcares o con alcohol. De poco o nada servirá beber medio litro de agua antes de comer si a media tarde tomamos una cerveza o un refresco de cola. Si se tiene sed, hay que beber solo agua.

A modo de refresco y para que nos resulta más apetecible, podemos tomar agua con gas con hielo y una rodaja de limón, en sustitución de otra bebida calórica.

Bebiendo un refresco de agua con gas, hielo y limónAún con todo, no conviene extralimitarse en el consumo de agua para adelgazar, ya que todo exceso es perjudicial.

La cantidad diaria mínima de agua recomendada suele ser de ocho vasos, aunque hay personas que necesitan algo más. Se considera que la cantidad de agua diaria ideal ronda los dos litros, aunque también  dependerá de la temperatura ambiente, la exposición al sol, el ejercicio físico, etc.

Y una forma excelente de empezar el día es tomar en ayunas un vaso grande de agua tibia, o mejor aún,  caliente. Si agregamos el zumo de un limón ayudaremos a nuestro organismo a liberarse de toxinas. Nuestro hígado y aparato digestivo se prepararán para afrontar mejor el día. También reduciremos problemas digestivos y nuestra piel también lucirá más saludable. Y el efecto acidificante del limón nos ayudará a prevenir muchas enfermedades.